En el desfile de Ungaro, París

¡Bienvenidos al desfile de Ungaro otoño/invierno 09/10!


La calma antes de la tempestad

Por extraño que parezca, en París no conocen la grandisiosidad de mi título nobiliario y no me fue fácil entrar en uno de los grandes desfiles que quería. Pero finalmente, ¡lo conseguí! Gracias a una doble, triple carambola incluso, conseguí dos asientos en el desfile de Ungaro. No os lo puedo contar en detalle porque es largo, complejo y puede que esté hasta penado por la ley, puesto que en algún momento tuvimos que suplantar la personalidad de varios sujetos. Sólo quiero dar las gracias a los astros que se alinearon, a las clases de teatro que he recibido a lo largo de mi vida y a mi acompañante que no sólo no me desanimaba sino que incluso me jaleaba con frases como "¿Tú te crees que con vergüenza vas a conseguir algo? Ya te digo yo que no, así que piérdela ahora mismo".


Por favor esa cara de no haber roto un plato y tener ese asiento como por derecho propio. Me parto

Genial, ya tenemos asientos, guárdame el mio amore que me voy a dar una vuelta a ver qué me encuentro... (después aprendimos que eso de "guardar el asiento" sólo se puede hacer si llevas alambre de espino y lo pones alrededor porque Mario se las vió y deseó con más de uno para que cuando volviera tuviera donde sentarme)



Nada más levantarme veo que enfrente tengo a Rachel Zoe. A mi esta mujer me gusta mucho como hace su trabajo, me parece que se lo toma muy en serio y es súper profesional, si es simpática o no, eso ya es otra cosa. No hay duda de que en Europa no sabríamos quiénes son Lindsay, Nicole ni Mischa si no fuera por esta mujer.
Por otro lado he de decir que sin querer tomé un primer plano de su esternón y da mucha grimita/cosica, pero no la publicaré, no os haré eso, dejaré esa fatídica imagen para torturarme en mis noches de exceso por chocolate.


"I DIIIIIIEEEEEEEEEE. It's a BOOOOOMMMBBB"

Aluciné con los 280.753 medios acreditados apretados en unos 20 metros cuadrados. Cuando se ponían a disparar era como si hubieran encendido un foco gigante de repente. Menos mal que no me dejaron entrar como fotógrafa porque estos señores no tienen pinta de andarse con tonterías para dejarte un huequito y ver el desfile.


Me encanta el cámara de la izquierda que se da cuenta que les estoy haciendo una foto y posa en su momento de gloria.



Al lado de Zoe se sentó una chica que en cuanto llegó desató la pasión de los fotógrafos, qué locura...



Sigo sin saber quién es pero me encanta su vestido. A la salida conseguí hacerle la siguiente foto de frente por si vosotros la podéis identificar. La publico además porque me encanta la expresión de "ay que ver lo que hay que aguantar para ser famosa, no puedo ni con una foto más" con la que la he pillado.



Este grupo también debía de ser gente famosa en Francia porque les fotografiaban mucho, a mi me tenían totalmente hipnotizada porque no podía dar crédito a mi ojos...esas camisas de seda estampada, ese tono de la piel, ese paso por la peluquería...¡pero si son mis amigos de Marbella y Puerto Banús que no me habían dicho que venían!





Nati Abascal también estaba por allí pero no la vi en su mejor momento y preferí dejarla tranquila. Nunca la había visto con gafas y me parece una imagen mucho más cercana que la de la Nati esplendorosa a la que nos tiene acostumbrada.




Mi favorita. ¡¡TOOOOMA YAAAA!! Mario la vio desde la otra punta y me señalaba "la del sombrero, no te la puedes perder". Fijaos en el tamaño de ese sombrero, de esas pieles y ahora haceros cargo de los 25º de media que había en la sala. Todo en ella es alucinante, necesitaría un post entero sólo para ella.



Era muy educada y encantadora y estoy segura que la hice feliz haciéndole una foto. A ella y a su amiga...



Esto es lo que en mi tierra se llama tronío y lo demás son tonterías. Me hubiera encantado sentarme con ellas a charlas de sus joyas, sus villas, sus divorcios y sus hijos díscolos. Al salir del desfile me hubiera gustado además preguntarles su opinión sobre la colección, porque estoy segura que estas señoras albergan Ungaros en sus vestidores como para enterrar a Esteban Cortázar (nuevo diseñador de Ungaro), y los nuevos mini vestidos no se me hacen muy de su estilo. Bueno cuidado, que con asientos de front-row y ese poderío, basta que estas madammes levanten un dedo enjoyado, siempre con ayuda de la otra mano porque si no esos quilates te abren la muñeca, para que se modifique el patrón y lo que haga falta.

Hasta aquí todo bien, pero al seguir caminando y ver a la siguiente persona fue cuando me di realmente cuenta de dónde estaba y empecé a hiperventilar...





¡¡Anna dello Russo (Vogue Japón)!! con una chaquetaza de Balmain de las que hablaremos en otro momento. Muy simpática, tiene una sonrisa muy agradable que borra inmediatamente en cuanto le vas a hacer una foto. Haces bien Anna, con tantas fotos que te hacen al día como te descuides la sonrisa hace que salgas con la cara descolocada (a mi me pasa, se me descuajaringa la mandíbula).



Uhuuuu, empieza el show!!! Musicón que ni en Pachá de Ibiza tienen ese sonido!!



Nuestra Marina en la pasarela, qué nombre tan bonito ;)



La colección me encantó, al principio pensé que era porque estaba emocionada y hasta un desfile de sacos de patatas me hubiera gustado, pero no. Ahora la he repasado aquí y me sigue gustando mucho. Me encantan los colores que ha elegido, los cortes de los vestidos y las superposiciones. Cierto es que en algunas cosas me recordó a las pasadas colecciones de Alexander Wang y Balmain (en los minivestidor y el espíritu discotequero). Puede que Cortázar se haya dejado influenciar por el éxito arrollador que han tenido estas dos marcas últimamente o puede que haya tirado de archivo ochentero-noventero de la casa que le ha dado trabajo. En este último caso, que lo haga Cortázar se lo respeto más que para algo Emmanuel Ungaro ya era un grande de la moda en aquella época mientras que los otros dos andarían todavía quitándose granos.

Seguiré contando que la cosa no acaba aquí. Besos a trillón

Dejar un comentario

Todos los comentarios son moderados antes de ser publicados