diciembre 19, 2009
Kiehl's: una lovemark
Hace poco me regalaron un libro llamado "Lovemarks: the future beyond brands", que trata sobre ciertas marcas que se han transformado en algo que los consumidores aman, algo que va más allá de un simple logotipo sobre una etiqueta. Pues bien, para mi, Kiehl's es una lovemark.
No sé qué es pero creo que la imagen positiva que tengo de ellos se debe a que transmiten algo que muchas otras marcas de cosméticos no consiguen, a pesar de soberbios presupuestos de marketing, la honestidad. Me gusta que no pongan a niñas de 16 años anunciando una crema antiarrugas, les agradezco que las dependientas vayan con batas, con un maquillaje natural y sean siempre agradables, sin agobiar y me encanta que los botes parezcan de una botica del siglo pasado pero a la vez sean súper contemporáneos.
He estado investigando y los que la conocen también aprecian cosas como: las muestras que regalan generosamente, el servicio al cliente, la decoración de las tiendas, la funcionalidad unida al lujo a un precio razonable, simplicidad y buenos productos, "que no te cuenten milongas", la sencillez...
Por eso cuando me ofrecieron probar su servicio personalizado de ventas telefónicas a cualquier rincón de España, acepté encantada. Quería ver cómo pensaban montar algo tan difícil y por supuesto...quería embadurnarme con kilos de productos. No nos vamos a engañar, soy una adicta a los cosméticos.
Pues bien, os doy la buena noticia de que ya no hace falta que haya una boutique Kielhl's en vuestra ciudad para poder disfrutar de sus productos, ahora puedes llamar por teléfono, hablas un rato con una chica simpatiquísima y en 24h (sí, 24 horas!!días laborables eso sí) te llega a casa una caja preciosa (el packaging el Kiehl's lo tienen dominado) con todo lo que has pedido. Todo esto ahorrándote el frío, el antiojeras antes de salir de casa y enseñarle tu pelo grasiento en directo a la pobre dependienta, para explicarle que tú necesitas algo que le de volumen pero no lo ensucie aún más. Con decirlo por teléfono basta, y tienes a alguien para ti y sólo para ti, no hay colas, no hay que aparcar, ni avanzar a empujones por la calle... llamadme anti social pero a mi me da miedo salir a la calle en estas fechas. Así que lo han conseguido, otra cosa más bien hecha. Simple, sin complicaciones, como hace una lovemark.
Para utilizar el servicio sólo hay que llamar al 93.467.24.55 o si no queréis ni llamar vosotros, dejáis vuestro teléfono en el mail kbarcelona@es.loreal.com y ellos os llaman de vuelta. ¿Qué tal? Ni los 0.80€ de teléfono te tienes que gastar si no quieres. Una lovemark, lo que yo te diga.
De lo que me han mandado me ha gustado muchísimo el serum "Powerful-strength-line-reducing-concentrate", ejem, no porque yo tenga lines que reducir, pero es que me lo eché por la mañana y me dijeron que tenía buena cara sin estar maquillada, milagro. También el "Super thick volumizer" para aquellas que tenemos el pelo liso y lo queremos como el de una leona. El cacao es mítico, no sabe a cereza, no tiene gloss ni otros enredos, pero funciona. Con el aceite para el cuerpo hay algo que debo estar haciendo mal porque quedo escurridiza como una sardina e imagino que esa no es la idea. Y la mítica "Creme de corps" a mi juicio está bien pero no me vuelve loca, eso sí, estas Navidades ha quedado preciosa en su edición especial decorada por KAWS, además van a destinar el 100% de los beneficios netos obtenidos con sus ventas a organismos benéficos que luchen por los niños en cada país del mundo.
Hasta la caja en la que te envían todo es bonita, la he destinado como cama para Berty, un bull-dog francés rosa que le he hecho al Consorte imitando los preciosos "Poppis" de Felipao. Por cierto, mis disculpas por plagiarle, vivir en la decadencia implica sacrificar algunas inversiones y buscar alternativas DIY.
En definitiva si aún no sabéis qué regalar, aprovechad las ventajas de ser lectores de este blog ya que todos disfrutaréis estas Navidades de costes de envío gratuitos a cualquier rincón de España y del mítico "Lip balm" de regalo junto a vuestra compra, sólo con decirlo en vuestra llamada. Algo bueno tenía que tener soportarme.
Y recordad que....
Y recordad que....
Besos mil,
La Condesa encerrada en su cuarto de baño