When we were grunge

Fotógrafo: Fernando Mañas
Modelos: Andrea Celda, Elisa Celda, Mariana Palanca, Lucía López
Estilista: La Condesa
Showroom: El armario de la tele

Dicen que un estilo no vuelve hasta que la gente que lo llevó en su momento no es lo suficientemente mayor como para no volverlo a llevar, o lo que es lo mismo, cuando la gente que lo lleva ahora no vivió la época real en la que ese estilo estaba en auge. ¿Confundidos? Pongamos los 90 y el grunge, vuelve ahora que la gente joven que lo ha adoptado no vivió esa época y puede por lo tanto reinventarlo libremente.

Porque el grunge que nosotros vivimos NOOOOO es el de ahora, no, no, no. Entonces vestíamos realmente mal, incluso no queriendo, lo conseguíamos. Nuestros iconos estéticos eran Kurt Cobain y Eddie Vedder, hombres cuyo estilo era seguido tanto por chicos como por chicas. Y eso, para las féminas, era francamente desfavorecedor.

Hace poco celebramos la despedida de soltera de una amiga disfrazándonos de distintas etapas de su vida, para lo que rescatamos todas las camisetas que tenía enterradas de Pear Jam y por diooooses que eran enormes. Como ponerse un saco de patatas con tres agujeros, igualito.

Las Doctor Martens nos las poníamos hasta en fin de año, cosa que puede hacer gracia recordar ahora...hasta que ves las fotos y lo que te hace al verlas es daño a la vista. Y el ánimo de la época era una mezcla entre enfado y pasotismo mezclado con un poco de melancolía, un caldo de cultivo ideal para la época adolescente. ¿Y por qué ese espíritu? Bueno, imagino que porque no te puede dejar el ánimo nada bien escuchar infinitas veces canciones como:

Alive, Daughter, Black o Jeremy - de Pearl Jam (yo era muy de Pearl Jam, Nirvana...ñieee)
Runaway Train - Soul Asylum
Round Here - Counting Crows

Por citar algunas

Pero yo personalmente estoy muy orgullosa de haber tenido una adolescencia mal vestida y centrada en escuchar (devorar) música, porque la moda siempre me gustó, pero por suerte de adolescente eso sólamente implicaba leer el Hola Especial Colecciones 2 veces al año y tener 3 pares de botas que combinabas con todo lo mejor posible. Por eso (y porque me estoy haciendo viejuna, me creo más listilla y de repente tengo ganas de dar consejos insulsos) me da pena ver a tanta gente increíblemente joven memorizando marcas, haciendo imposibles para tener un bolso logotipo o siendo enfermizamente conscientes de su propia imagen...ya habrá tiempo para eso baby, ahora...haz el paria, por favor, relájate, ya tendrás tiempo de subirte a unos tacones y monear todo lo que quieras, pero antes tienes que aprender a hacer el ridículo.

En mi grupo de amigas de Badajoz hay unas cuantas que tenemos la costumbre cuando nos reunimos de contarnos las historias recientes en las que más hemos hecho el ridículo, es terapéutico, lo llevamos haciendo años y creo sinceramente que nos hace ser más fuertes antes las adversidades. Reunirnos y reirnos de ellas.

Porque al final los años pasan y lo único que quedan son fotos horrorosas (todas) de las que más vale que sepas reírte, como de todo, con tus amigas. De cuando bailabais meneando la melena como malotas en el Inerzia, os pintábais en el ascensor de casa y os desmaquillábais a la vuelta, inventábais frases en clave para hablar sin que os entendieran otros ajenos al grupo (clan inseparable), os poníais camisetas que enseñaban el ombligo, imperdibles en los pantalones o hacíais del tye-dye con lejía lo más in del peluquín...tanto de lo que avergonzarse, tanto de lo que reir.

PD1: Trillon de gracias al showroom "El Armario de la tele" por dejarnos esta ropa TAN bonita para el editorial.
PD2: Este editorial ha sido un paso más en la filosofía de este blog de "por qué hacerlo sencillo cuando te puedes complicar muchísimo más la vida" y que empezó hace un año justo con un editorial hecho con mucha humildad pero mucho más amor con mis chicas favoritas de Badajoz.
PD3: Gracias a Fernando con quien me estoy aliando últimamente para llevarnos al siguiente nivel en calidad de contenidos (la mejora en calidad viene por sus fotos claro está). Más gracias aún a las modelos Elisa, Andrea, Lucía y Mariana por ser tan BELLAS y sobre todo lindas de apuntarse a nuestras locuras y hacernos ver que no podemos caer en el tópico de que la juventud de ahora es peor que la de antes.